No sé por qué un día recordé un deseo antiguo, hacer el camino de Santiago. Pero después de hacerlo sé que es el camino quién decide por ti, cuándo, cómo y con quién lo harás.
Y en este cúmulo de casualidades o no, empezamos el camino un domingo en La Coruña. Nadie empieza el camino en domingo pero además casi nadie lo hace desde La Coruña porque son 89 km y se necesita 100 para conseguir la “compostelana”.
Se sale de la Iglesia de Santiago en la ciudad antigua de La Coruña. Pasando por el puerto vamos subiendo por calles amplias y largas, importante saber que si bien justo a la salida de la Iglesia te encuentras la primera “vieira peregrina” durante todo el trayecto de la ciudad no verás ninguna. Debes seguirte por las siguientes indicaciones “salida de la ciudad” o “a Santiago”. Después de subir calles empinadas por más de una hora, a la derecha te encuentras una viera que te indica un pequeño camino entre casas que terminará en la carretera, pasando por varios pueblos entre ellos el Portazgo. Allí se puede tomar un refresco en el bar con el mismo nombre “El Portazgo”, que es el antiguo edificio del cual salían las diligencias hacia Santiago.
A partir de aquí las indicaciones se pierden, se va siguiendo la carretera con el consiguiente peligro. A la derecha dejamos el aeropuerto y en las primeras casas que vemos hacia la izquierda debemos buscar el camino. En esta parte del camino es mejor preguntar y seguir las indicaciones de los lugareños. Lo que es cierto que pasa por un pequeño polígono industrial que desemboca en un pequeño puente atravesando un riachuelo y desde allí el camino va a atravesando caminos asfaltados, con casas diseminadas. Esto nos llevará a la Iglesia de Sigrás, una de las bellas que encontraremos pero, como era domingo estaba cerrada.
Para dormir la primera noche se puede optar por Sigrás, dos restaurantes-hostales en plena carretera enfrente del Polígono, La Paz o La Cremaxeira o por buscar la gasolinera dónde también ofrecen cama. En nuestro caso seguimos hasta Tabeaiao donde está la pensión Muxia o Angelita, esta última nueva, barata y muy agradable, dónde dormirmos. Decir que en este pueblo fuimos a una bodega dónde se sirven muy buenos vinos y embutidos y dónde los vecinos están encantados de recibir peregrinos, tanto es así que querían llevarnos al día siguiente a una “Churrascada”, fiesta de los pequeños pueblos dónde se come carne de ternera a la brasa.
De allí a 500 mts, se retoma el camino en Segurde, (aquí podemos recoger las varas que nos acompañaran en el camino). Tendremos que adentrarnos en el primer bosque para hacer una subida en zig-zag de una montaña, el paisaje es impresionante y dónde encontraremos algunos árboles frutales exquisitos (en especial, melocotoneros). La sorpresa vendrá después, cuando buscando la Cruz de Veira (que no llegue a ver, si es que existe que lo dudo), tenemos que subir más de 6 km a través de un cortafuegos, es decir, una subida totalmente empinada. El consuelo, después de esta subida todos nos dirán que ya no hay ninguna más en el camino, no es cierto, después de esta subida las demás nos parecerán poca cosa.
El camino atraviesa entonces enormes campos de cultivo de trigo, algunos tramos entre granjas hasta llegar a un arroyo dónde veremos el cartel de “a 1 km albergue de peregrinos”. Estaremos en el albergue de Bruma, dónde a 2 km (que te parecerán un paseo) está Meson do Vento, un pequeño pueblo con farmacia, cajeros de banco y bares donde comer algo. También existen hostales baratos pero el albergue es muy agradable y limpio. Allí además confluye con la ruta desde El Ferrol y podrás ver los primeros peregrinos.
En la siguiente etapa volvemos a caminos asfaltados y pequeñas aldeas, algunos tramos de bosque y vegetación abundante hasta llegar al bar “cruxeiro” dónde se puede coger el desvío para dormir en Ordes (2 km más) o seguir 17 km hasta Sigüero. En nuestro caso optamos por ir a Ordes dónde se puede dormir en el Polideportivo o en Hostales/ Hoteles baratos. Es un pueblo grande, 4.000 habitantes, cabeza de comarca del mismo nombre. Advertir que el tramo de 2 km por carretera es algo peligroso, los gallegos corren mucho y no hay arcén, se puede coger un taxi que costará 3 o 4 euros. Un lujo necesario en este caso.
El tramo hasta Sigüero se hace muy liviano, es prácticamente llano y la entrada a esta localidad desde el camino después de pasar el pequeño polígono está muy bonita. Allí a dormir al Polideportivo, eso sí después de que termine la práctica deportiva.
La última etapa, tras cruzar el río Tambre, volvemos a subir monte casi continuamente, tras andar unos siete kilómetros veremos el aeropuerto y ya estaremos en el último monte antes de empezar la entrada a Santiago. Una entrada que te lleva a bordear un Polígono Industrial y justo después se ven las primeras casas de Santiago. Se inicia la bajada, se pasa por el monumento al Peregrino, ya habrás visto las torres de la Catedral y nos adentramos en la ciudad antigua donde nos recibe la plaza de la Inmaculada, la puerta de Platerías para desembocar en la Plaza del Obradoiro. Era jueves y estaba lloviendo pero llegamos a la Catedral de Santiago.
3 comentarios:
Lo de Habla Jerez, ¿no es un poco pretencioso?. Dejémoslo en Hablas Tú.
Bueno sobre gustos los colores. Si, hablo yo, pero hablo de mi tierra Jerez y hablo como jerezana que soy.
Por supuesto que esto no es todo Jerez, ni lo pretendo pero es mi visión, mi crítica, mi pensamiento y mi proyecto de futuro para Jerez.
No hay nada más bonito que llevar a gala el nombre de tu pueblo.
Y bueno, cómo la libertad de internet, es tan amplia que el primero que llega se apodera de un nombre pues yo elegí este. Y firmo todos mis artículos con lo que me hago responsable de cada una de las cosas que aquí se dicen de manera personal sin que por ello le afecte al resto de jerezanos.
No hay ninguna pretensión.
Ah, perdona se me olvidaba ¿tu eres, anónimo?
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