jueves, 24 de marzo de 2011

Mejor un tópico que argumentar

Todos los políticos sois....
Todos los del PP sois...
Todas las mujeres sois...
Todos los andaluces sois...

Y así podía seguir un buen rato y sólo con eso pues cada uno de ustedes podrán hacerse una imagen tan "fiel" de mí misma que no necesitaran conocerme para saber todo de mí.

Diría, últimamente, pero lo cierto es que desde más de 8 años (los que llevo afiliada al PP como poco) siempre hay quien (quienes y en gran cantidad) me dicen qué pienso, qué haría y qué odio.

Es increíble el determinismo del que hacen gala estos personajes, muchos de los cuales, se autoproclaman "progresistas". Sí, esos que creen en la reinserción penal de las personas pero luego hacen gala del mayor sectarismo ante cualquier debate político.

Lo que si tengo claro es que me hacen un favor con no "necesitar" conocerme porque "ya" lo saben todo de mí.

Y, por supuesto, en esos "últimamente" cuando me llaman "facha" sé que he ganado la batalla dialéctica.

¿Qué habría sido de los "progres" sin esa palabra? Pues que tendrían que haberse puesto a leer, formarse y pensar. La palabra facha les ha evitado todo ese esfuerzo.

P.D. Enlazo aquel polémico artículo de Antonio Burgos "Dime facha" que sé que les gusta a esos progres que tanto saben de mí. Así les ahorro pensar otro poquito más.

martes, 8 de marzo de 2011

Mujeres emprendedoras


Hoy 8 de marzo celebramos el Día Internacional de la mujer trabajadora. Aunque propiamente estamos hablando de la mujer "obrera".

Desde hace ya muchos años se reivindica este día el papel de la mujer en la sociedad y se pone mucho hincapié en aquellas situaciones susceptibles de desigualdad.

Yo quiero acordarme de esas otras mujeres, las que han trabajado siempre, que siguen siendo "invisibles", las amas de casa pero también de las mujeres "emprendedoras".

Mi madre, que es la persona que me enseño a ser mujer, ha trabajado siempre, incluso ahora anda en la cocina recogiendo los tiestos del desayuno y esporádicamente, cuando la situación económica lo ha requerido también ha sido "obrera". Hoy sigue ejerciendo el oficio que se le determinó de nacimiento con orgullo y cariño pero también significó renunciar a muchas cosas. Estoy segura de que le encantaría levantarse e ir fuera de casa a trabajar pero el mercado laboral no está preparado para un mujer tan estupenda como ella. Tiene dotes como la del liderazgo (tres hijas casi de la misma edad dan para mucho); capacidad de trabajo; flexibilidad; rigurosidad; adaptación a los cambios; movilidad (ha cambiado de ciudad hasta en tres ocasiones y de vivienda algunas más); conocimientos de enfermería y de psicología. Pero ya les digo cuando ha salido a buscar trabajo siempre le han dicho ¿y usted qué sabe hacer?... así que ahí anda facilitando que sus tres hijas salgan todos los días a comerse el mundo. Y eso sí que tiene mérito.

Porque no seamos hipócritas ser madre y ama de casa implica demasiadas obligaciones que impiden la realización de un trabajo fuera de casa. Así muchas de las mujeres de "éxito" lo han sido renunciando a esos otros dos papeles.

Nos queda mucho para la conciliación que, a veces, pienso que es más utopía que realidad.

Cuando leí el libro "Local y global" de Jordi Borja y Manuel Castells hace ya algunos años (siempre está pendiente de reelectura) recuerdo, entre muchas cosas, que proponían cambios en los medios de transporte porque no se adaptaban a los horarios y necesidades de las mujeres. Fue en ese momento cuando tome conciencia como el mundo, en general, está hecho por hombres y para los hombres y cuando las mujeres hacen ese mundo también lo hacen para los hombres.

Porque no hay nada más anti conciliador que el horario laboral partido, ¿alguien puede decirme cómo lo hace para ser madres/padres y trabajar de 10 a 14 y de 17 a 21?. No tengo datos, no quiero buscarlos, pero estoy segura de que son muchas más las mujeres que han optado por jornadas laborales continúas o parciales que hombres. Porque, además, si al final el cuidado de tus hijos se lo encomiendas a los abuelos o a terceros al final eso tampoco es conciliador.

Y aquí toma sentido el título de este post "Mujeres emprendedoras". Muchas mujeres son expulsadas por las condiciones laborales de horarios o sueldos del mercado laboral pero siguen teniendo tanta necesidad de formar parte de la sociedad y construirla a través de su trabajo que se lanzan a la aventura de emprender. Les permite conciliar mucho más, se levantan casi de noche preparan la documentación, las notas para las reuniones a la vez que el desayuno y la ropa, cuando se levantan los críos ya están vestidas, peinadas, maquilladas y con tacones (porque las mujeres que pisan fuerte lo hacen con tacones). Primera parada el cole, segunda parada bancos, proveedores, clientes, entre medias, hacen la compra, atienden el teléfono y cuando llega la hora están en casa, se ponen al ordenador y a seguir trabajando, con un ojo en el trabajo y otro en el juego de los niños. Sí y tienen maridos estupendos que hacen la plancha mientras que ellas trabajan en la mesa de la cocina y recogen el lavavajillas, bañan y acuestan a los hijos.

Esta es la realidad de muchas mujeres y cada vez más. Ante esto que les ofrece el sistema: a las amas de casa, viajes y excursiones para entretenerlas pero nada de cotizaciones, programas de respiro o jubilaciones (siguen siendo invisibles); a las emprendedoras, esa legislación de autónomos arcaica que aún mantiene muchas parcelas de desprotección.

Porque, si no me equivoco, la Ley para la igualdad efectiva entre hombres y mujeres apenas ha reformado las condiciones laborales de las emprendedoras, excepto lo siguiente:

"Ampliación a los trabajadores por cuenta propia o autónomos de la bonificación del 100% en las cuotas empresariales de la Seguridad Social en caso de ser sustituidos durante los períodos de descanso por maternidad, paternidad, adopción, acogimiento preadoptivo o permanente y por riesgo durante el embarazo o la lactancia natural, mediante los contratos de interinidad celebrados con desempleados".

Recogido del documento sobre reformas de la Ley de Igualdad por la web http://www.nonosresignamos.net/

Hay batallas todavía que librar no nos olvidemos, pero la más importante es seguir siendo mujer.

sábado, 5 de marzo de 2011

Pequeñas batallas personales

Hay veces que las batallas no se eligen, sino que ellas te eligen a ti.

No sé si la elegí yo o no pero me resisto a utilizar mal adrede nuestra lengua. Es cierto que también cometo errores lingüísticos y gramaticales pero sí puedo asegurar que intento evitarlos.

Y me chirría la feminización del lenguaje y claro estando en política pues imagínense la de veces que me chirrían los oídos.

Ya en otro post publique el significado de la palabra concejal y, aunque, se admite la forma femenina la rechazo completamente. En primer lugar porque es el cargo el que me califica a mí y no yo al cargo y en segundo lugar porque la segunda acepción, sirve de forma coloquial para designar a la mujer que llega por vínculo matrimonial "al cargo". Admitir esta segunda acepción es descalificar a todas las mujeres que hemos llegado ahí por nuestros propios méritos. Por eso, durante estos cuatro años, he sido "la" concejal.

Pero hoy me llegaba en una cadena de correos una breve explicación sobre este mismo tema. Copio una parte haciéndolo mío.

En castellano existen los participios activos como derivado de los tiempos verbales. El participio activo del verbo atacar es "atacante"; el de salir es "saliente"; el de cantar es "cantante" y el de existir, "existente". ¿Cuál es el del verbo ser? Es "ente", que significa "el que tiene entidad", en definitiva, "el que es". Por ello, cuando queremos nombrar a la personas que denota capacidad de ejercer al acción que expresa el verbo, se añade a este la terminación "-ente".

Así, al que preside, se le llama "presidente" y nunca "presidenta", independientemente del género (masculino o femenino) del que realiza la acción.

De manera análoga, se dice "capilla ardiente", no "ardienta"; se dice "estudiante", no "estudianta"; se dice "independiente" y no "independienta"; "paciente", no "pacienta"; "dirigente", no "dirigenta"; "residente", no "residenta".