domingo, 8 de febrero de 2009

No todo vale

Hay días en los que la caradura y la sinvergüencería me dejan paralizada.

Yo, que me dedico a la política por pura vocación al ver este tipo de actuaciones me da vergüenza ajena porque en la política, como en la vida “no vale todo”, y los que nos dedicamos a esto debemos tener unos códigos morales más altos y estrictos que cualquier otro ciudadano.

Se pueden defender tus ideas, se puede trabajar por tu ciudad sin recurrir a la pena ni a la indignidad porque quién utiliza estos métodos se vuelve más indigno. Si tus argumentos, por sí solos no sirven para convencer es porque estos argumentos están equivocados.

Para ser un buen político hay que ser una buena persona, son los ciudadanos los que deben darse cuenta de la catadura moral y ética de estos “aprovechados” que sólo aspiran a un buen sueldo y a su minuto de gloria.

Quizás sería necesario reformar el sistema, tanto que cada Partido Político se imponga autocontroles para que este tipo de personajes no encuentren un hueco en sus filas porque si hay una manzana podrida en el cesto, al final, todo el cesto se pudrirá.

Dedicado al niño que no quiso crecer.

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