viernes, 29 de febrero de 2008

La pobreza


Hay temas que no entran en los programas de los partidos políticos pero que, cuando sales a la calle te sacuden. Son las verdades incómodas de nuestro mundo desarrollado.

Una de estas, es el fenómeno de la pobreza del cuarto mundo. Ayer tuve la suerte y, digo suerte porque es importante conocer qué es lo que pasa en mi ciudad, de visitar uno de los barrios más deprimidos de Jerez.

"Estancia Barrera" es quizás una de las calles que todos vemos pero ninguno miramos. Ayer, esa gente nos recibió con alegría y palmas, con gritos flamencos, con cariño y ofreciendonos todo lo que tenía para comer y, eso sale del mayor de los sacrificios.

Lo más doloroso es ver cómo la pobreza se queda clavada en esa gente, sus enfermedades, sus caras y sus vidas, niñas de quince años y con hijos y me llamaban "muchacha" a mi que les dobló la edad.

Mujeres cariñosas que lo único que nos piden es que les enseñemos a leer y a escribir. ¿Habrá favor más importante y que menos nos cueste?.

La realidad es que en Jerez, a la vuelta de la esquina tenemos personas analfabetas, niñas que son madres y ciudadanos sin futuro.

Si crees que no puedes hacer algo por cambiar esto es mejor que no te dediques a la política.

martes, 26 de febrero de 2008

La gran noche de Mariano Rajoy

Mientras me vence el sueño o para vencerlo, quiero dejar constancia en este blog de la extraordinaria impresión intelectual y política que me ha producido el debate o, para ser precisos, la actuación de Mariano Rajoy frente a Zapatero.
La derecha política, que no suele dar más que disgustos a la derecha intelectual y a su base social, nos ofreció ayer uno de los mejores momentos de comunión emotiva, ideológica y nacional en toda la historia de la democracia española. Por supuesto, Rajoy puede perder las elecciones el 9-M, pero no perderá ni un solo voto de los que ya tenía y ganará muchos entre los que dudaban ante un liderazgo no todo lo contundente y claro que deseamos.

Por supuesto, desconozco si Rajoy ha ganado las elecciones en la noche del 26 de Febrero, mucho me extrañaría, pero estoy seguro de que ha ganado la continuidad en el PP y del PP. Rajoy, si gobierna, lo hará para todos los españoles, no tengo duda de ello, pero ha empezado por donde hay que empezar y por donde suelen fallar los líderes de la Derecha, que es respetar y hacer respetar a quienes representan. Y eso lo ha hecho maravillosamente. Ha estado tan bien que a veces no parecía ni Rajoy ni del PP, y sin embargo esa es la capacidad real del líder de la primera fuerza política española.
Si de esta noche saliera un PP dispuesto a comerse con patatas, e incluso sin ellas, a quienes le quieren desterrar de la vida pública, y con él a diez millones de españoles, sería coherente con lo que hemos visto. Y si no sale, hay que sacarlo a caponazos, porque tener esa potencialidad, ese discurso, esa capacidad dialéctica que Rajoy exhibió ante ZP y no utilizarla a fondo para enderezar los entuertos de los malandrines sociatas no tiene perdón. En todo superó Rajoy a Zapatero, incluso en cursilería, con la niña esa del globito que sacó al final y cuya venturosa andanza vital tuvo que leer porque nadie en su sano juicio podría reproducir esa gansada de memoria. Pero eso fue una manchita al final, una rozadura en una armadura impecable tras vencer en el torneo más difícil del Reino. La nación, la educación, el terrorismo y sus víctimas, la inmigración, la seguridad, la vivienda, la familia, la libertad y otra vez la Nación, que todas las veces son pocas para recordarla, fueron los pilares argumentales desde los que bombardeó y demolió el liderazgo del presidente más siniestro de la historia de España.

Como dije en LDTV nada más terminar el debate, no hay una sola cosa dicha por Mariano en la que no me haya visto representado. Y más importante aún: no hay una sola por la que me sintiera ofendido o me llevara a dejar de votarle. Casi todo es mejorable, pero también empeorable. Y es muy difícil que Mariano Rajoy tenga una noche tan grande como ésta. Las encuestas dirán lo que digan y en las urnas ganará quien gane, pero ese es el partido político que media España sostiene y se merece, aunque no siempre la criatura esté a la altura de la mamá. Esta vez, sí. Gracias, Mariano.
Artículo extraído del blog de Federico Jimenez Losantos.

Aquí no se mueve ni dios...

Vaya después del primer debate de los candidatos a la presidencia del gobierno parece ser que han cambiado pocas cosas.
Sinceramente creo que Rajoy ha estado muy bien, tranquilo, pausado y transmitiendo serenidad y confianza. ZP ha perdido en muchos casos los nervios, tensión y demasiados gestos.
Después de eso cada uno a lo suyo, El Pais dice que ha ganado ZP y El Mundo que Rajoy.
Me quedo con el final de Rajoy, quizás yo también sea esa niña.

lunes, 25 de febrero de 2008

Un cuento

Cuentan que una vez se reunieron, en un lugar de la tierra, todos los sentimientos y las cualidades de los hombres. Cuando el aburrimiento había bostezado por tercera vez, la locura – como siempre tan loca - les propuso: “¡Vamos a jugar a las escondidas!”.

La intriga levantó la ceja, intrigada, y la curiosidad, sin poder contenerse, preguntó “¿A las escondidas? ¿Y cómo es eso?”. “Es un juego”, explicó la locura, “en que yo me tapo los ojos y comienzo a contar desde uno hasta un millón, mientras ustedes se esconden. Cuando haya terminado de contar, el primero de ustedes al que encuentre, ocupará mi lugar para continuar el juego”.

El entusiasmo bailó, secundado por la euforia; la alegría dio tantos saltos que terminó por convencer a la duda, e incluso a la apatía, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar. La verdad prefirió no esconderse. ¿Para qué?, si al final siempre la hallaban. Y la soberbia opinó que era un juego muy tonto (en el fondo, lo que la molestaba era que la idea no hubiese salido de ella).

Y la cobardía prefirió no arriesgarse.

“Uno, dos, tres...”, comenzó a contar la locura. La primera en esconderse fue la pereza, que, como siempre, se dejó caer tras la primera piedra del camino. La fe subió al cielo, y la envidia se escondió tras la sombra del triunfo, que con su propio esfuerzo había logrado subir hasta la copa del árbol más alto.

La generosidad casi no alcanzaba a esconderse. Cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos. ¿Que si un lago cristalino? Ideal para la belleza. ¿Que si la hendidura de un árbol? Perfecta para la timidez. ¿Que si el vuelo de la mariposa? Lo mejor para la voluptuosidad. ¿Que si la ráfaga del viento? Magnífica para la libertad. Así terminó ocultándose tras un rayito de sol. El egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio. Ventilado, cómodo... pero sólo para él.

La mentira se escondió en el fondo de los océanos (¡mentira! en realidad se ocultó detrás del arcoiris); y la pasión y el deseo, en el centro de los volcanes. El olvido... se me olvidó dónde se escondió... pero eso no es lo más importante.

Cuando la locura contaba 999,999, el amor aún no había encontrado un sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado... hasta que divisó un rosal y, enternecido, decidió esconderse entre sus flores.

“¡Un millón!” – gritó la locura, y comenzó a buscar. Primero encontró a la pereza, a sólo tres pasos de una piedra. Después escuchó a la fe, discutiendo con Dios en el cielo sobre zoología; a la pasión y el deseo los sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido, encontró a la envidia y, claro, pudo deducir dónde estaba el triunfo... Al egoísmo no tuvo ni que buscarlo: él solito salió disparado de su escondite ¡que había resultado ser un nido de avispas!. De tanto caminar, sintió a la sed y, ya cerca del lago, descubrió a la belleza. Y con la duda resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca, sin decidir todavía en qué lado esconderse.

Así fue encontrando a todos. Al talento, entre la hierba fresca; a la angustia, en una oscura cueva; a la mentira, detrás del arcoiris... (¡mentira!, si ella estaba en el fondo del océano). Y hasta al olvido... que ya se había olvidado que estaba jugando a las escondidas, pero sólo el amor no aparecía por ningún sitio.

La locura buscó detrás de cada árbol, en cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas y, cuando estaba por darse por vencida, divisó un rosal. Tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando, de pronto, un doloroso grito se escuchó.

Las espinas habían herido los ojos del amor. La locura no sabía qué hacer para disculparse: lloró, rogó, imploró, pidió perdón, y hasta prometió ser su lazarillo.
Desde entonces, desde que por primera vez se jugó a las escondidas en la tierra... ...El amor es ciego y la locura son sus ojos...

domingo, 24 de febrero de 2008

Lo que se oculta bajo la Ermita de Guía

Un recorrido por el solar situado junto al templo donde la inmobiliaria Osuna está construyendo bloques de diez plantas · En los terrenos se están desarrollando de forma paralela catas arqueológicas y la cimentación.
Durante estos días, en el solar situado junto a la Ermita de Guía, donde la inmobiliaria Osuna está construyendo bloques de diez pisos, las máquinas para la ejecución de muros pantalla están trabajando ya a la par que los arqueólogos están realizando todavía las últimas catas, ya que debido a estas obras ha aparecido una calzada del siglo XVI.
El pasado viernes el Ayuntamiento aprobó un expediente para proteger la ermita, pero el entorno es algo que todavía no está tan claro pese a que existe una petición en la delegación provincial de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía para que también lo declaren Bien de Interés Cultural junto al templo. En la actualidad la calzada ya ha desaparecido. Ha sido enterrada protegida con plásticos y con una capa de tierra por encima.
En el ángulo inferior derecho de la imagen número uno se observa una fina canaleta de hormigón ya preparada para meter las máquinas para hacer el subterráneo y en el centro un foso que llega casi hasta el mismo puente de la calzada está también listo para hacer la canal de cemento. Esto formaría un gran triángulo que sería el aparcamiento de los bloques de viviendas.
De la calzada baja se conserva, además del muro que lo separa del arroyo, el empedrado en muy buen estado, y es la que aparece en los grabados del siglo XVI. En el empedrado del camino de guía, hoy ya cubierto, se ve perfectamente el desgaste del paso de los carruajes, del tipo de los que aparecen en el grabado, y algunas reparaciones en las barandas del puente y la calzada.
El horno de ladrillos, que aparece en la imagen número cinco, se conservaba perfectamente en toda su base y era un magnífico ejemplo de las múltiples ladrilleras que había en esta zona y que muchos todavía pueden recordar, pero ya ha sido destruido.
Artículo extraído del Diario de Jerez del día 24 de marzo de 2007.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Las encuestas como estrategia

Hace unos días se publicaba la última encuesta del CIS sobre intención de voto. Todos los medios de comunicación resaltaban el empate técnico de los dos grandes partidos.
Revisando la encuesta con atención pero sin profundidad se puede llegar a una conclusión y es que, el 60 % de los españoles se posicionan de centro-izquierda. Quizás sea cierto pero fue, sólo hace ocho años cuando un partido de centro-derecha ganó las elecciones por mayoría absoluta.
Tras lo vivido en las últimas elecciones municipales llego a la conclusión que dentro de las filas socialistas está muy extendido el uso de las encuestas como parte de su estrategia electoral. El día de los comicios locales desayune con varios militantes e interventores del PSOE jerezano y ellos no daban por segura esa mayoría, sabían que ganaban las elecciones pero no se creían las encuestas que ellos mismos habían hecho públicas. En ese caso si las utilizarón para dar una clara imagen de "vencedores" y les salió bien.
Dicen algunos que este mismo PSOE nacional ha publicado el empate técnico para movilizar a su electorado. ¿Qué se esconde tras esta estrategia? No lo se y ¿les saldrá bien? tampoco lo se.

domingo, 17 de febrero de 2008

¿Se tambalea la transición?

La situación de empate técnico que diagnostican las encuestas ante la convocatoria nacional de marzo parece preludiar un enfrentamiento entre dos enfoques interpretativos acerca de nuestra dinámica política. Dos visiones alternativas que nos permiten entender mejor tanto la actuación de los principales partidos como acaso el comportamiento final del electorado: por una parte, una interpretación centrista; por otra, una de tipo bipolar.
La interpretación centrista se basaría en el postulado de que el partido ganador resulta ser siempre aquel que el electorado percibe como mejor colocado en el centro del espectro ideológico: allí donde el potencial de voto, vinculado a las mayorías silenciosas, genera una mayor rentabilidad, imponiendo el predominio de unos valores inspirados en la seguridad, la moderación y el equilibrio. Se trata del parámetro más ajustado a la inercia del comportamiento de las democracias europeas durante las últimas décadas.
Paradójicamente, su vigencia se percibe en las argumentaciones críticas de los principales partidos contra sus propios contrincantes: el PSOE trata de hacer identificable al PP ante el electorado como un partido de "derecha extrema"; el PP trata de identificar la gestión de Zapatero como un aventurerismo improvisado, generador de todo tipo de incertidumbres e inseguridades. Ambos tratan así indirectamente de colocarse a sí mismos en el centro del espectro.
Sin embargo, la originalidad de la presente convocatoria consiste en que la extraordinaria victoria del PSOE en las pasadas elecciones no se basó en su apoyo en el electorado centrista, sino más bien en un bloque de protesta radical conformado a partir del conflicto de Iraq y movilizado durante las luctuosas jornadas previas a la cita electoral de marzo de 2004. En consecuencia, para las perspectivas electorales del PSOE existe la inevitable tentación de ensayar de nuevo el mismo modelo de comportamiento, inspirado en la dinámica bipolar.
Se trata de un enfoque que tiene un cierto éxito en los últimos tiempos en la medida en que se apoya generalmente en la movilización activa de minorías activistas y radicales (los llamados core supporters) que tienen unos perfiles fuertes y bien definidos, con un alto grado de visualización y atractivo ante los medios de comunicación, inspirando una visión competitiva y espectacular del proceso electoral, a modo de auténtico combate de boxeo: obispos frente a homosexuales, empresarios frente a inmigrantes, artistas frente a espectadores, etc.
El problema consiste en que la alta capacidad movilizadora de estos supporters depende de la creación de un clima de tensión y de un ambiente de fuerte crispación en el proceso competitivo; porque, en caso contrario, la apatía y el pasotismo preludian más bien una apuesta por la abstención, y entonces serán las mayorías silenciosas las que pueden acabar predominando. Este dilema estratégico parece estar presente en el modo como los principales partidos reaccionan ante los datos de los sondeos electorales que, de ser correctos, preludian un emocionante sprint final.
La única duda en esta ocasión vendría de algunas claves del pasado: si los sondeos señalan que el electorado popular está bien asentado, ello significa que el viejo "voto oculto" del PP habría desaparecido; es decir, que los encuestados no tratan ya de disimular su opción a favor del voto popular, como sucedía en España hace apenas una década. ¿Se han asegurado los investigadores de que es un dato correcto? Ciertamente, si hay algún sector del electorado que oculta su voto a favor del PP debe tratarse de unos electores muy astutos: si las encuestas cantaran claramente a favor del Partido Popular, la dinámica alternativa de agudizar la crispación por parte del PSOE sería ya imparable, y cualquiera sabe lo que pueden estar interpretando a estas alturas algunas células islamistas.
El verdadero problema en este caso consiste en que seguramente no es necesario crear un clima de crispación que sitúe al electorado ante un ambiente de crisis, porque la crisis parece que ya viene por sí misma en forma de recesión económica. Y a estas alturas todos sabemos que no hay Gobierno capaz de enfrentarse con éxito a la gestión de una crisis, sea del tipo que sea. Los gobernantes sólo consiguen cosechar éxitos electorales cuando los ciudadanos viven inmersos en el paradigma de la satisfacción colectiva, como sucede en Andalucía.
En consecuencia, parece que las claves de la recta final de la campaña dependerán más bien de la capacidad de los españoles para percibir la propia realidad, en torno a este elemental dilema: ¿hay o no hay crisis económica?.
ANTONIO PORRAS NADAL. Extraído del Diario de Jerez, domingo 17 de marzo de 2008.

YO ROMPO CON ZAPATERO



Hoy ha amanecido lluvioso pero he encontrado este vídeo en internet, esta en la barra de la derecha.

Bueno creo que es mucho mejor que el de los "artistas", son ciudadanos voluntarios y la música, sin comparación.

Lo que más me gusta el señor del final, nadie lo habría hecho mejor.

Vaya rapidez, ingenio y creatividad contra ZP!!!

miércoles, 13 de febrero de 2008

Obama, la gran esperanza

Sé que es democrátra, que es estadounidense pero creo que va a cambiar la forma de hacer política.
Cuando en todos los foros se habla de la desafectación de los ciudadanos por la política aparece Obama y alcanza unas grandes cuotas de apoyo popular.
No son los ciudadanos quienes se han alejado de la política, son los políticos quienes se han alejado de la política. Han olvidado las ideologías, los sueños y las ganas de cambiar el mundo por la demagogía y la confrontación.
Una nueva generación de políticos está llegando.
Aquí recogo fragmentos de un artículo de Mario Vargas Llosa sobre Obama:
"El año pasado dicté un curso semestral en la Universidad de Georgetown, en Washington DC. La gran mayoría de mis estudiantes tenía un absoluto desinterés por la política, con excepción de tres de ellos --dos mujeres y un varón, los tres blancos-- que iban a clases con insignias del senador Barack Obama, quien en ese entonces todavía no había anunciado que se presentaría a la preselección por el Partido Demócrata de su candidato a la Presidencia. Los tres jóvenes se habían ofrecido ya como voluntarios si se confirmaba su candidatura y me los imagino ahora trabajando afanosamente entre los 9.500 voluntarios que, según leo en "Time Magazine" de esta semana, han realizado la proeza de conseguir para su candidato, a través del teléfono, las cartas y sobre todo Internet, donaciones de 32 millones y medio de dólares en el segundo trimestre de este año, es decir unos 10 millones de dólares más que las obtenidas por Hillary Clinton. Pero acaso esta ventaja no lo diga todo. Lo importante es que la suma alcanzada por Obama procede de pequeñas cantidades enviadas por unas 258 mil personas, la mayoría de medianos y pequeños ingresos, en tanto que la de la senadora neoyorquina se origina en donantes menos numerosos y de más altos ingresos.Según las encuestas, hoy Hillary Clinton ganaría la nominación demócrata a Barack Obama por 37% a 23%, pero todavía queda mucho pan por rebanar. El factor decisivo puede ser el voto negativo, que es despiadado contra la senadora --la mitad de los electores votaría por cualquiera para impedir que ella ganara-- en tanto que la hostilidad del electorado contra el senador es muy reducida y se concentra sobre todo en minorías racistas, en tanto que su radio de simpatía o no antipatía (no es lo mismo) abarca por igual amplios sectores de blancos, negros e hispanos. Todas las encuestas señalan, por ejemplo, que del 12% de votantes que respaldan a John Edwards la gran mayoría apoyaría a Obama si su candidato abandona la partida. Yo, personalmente, creo que sería muy bueno para el Partido Demócrata tener al senador como su candidato y todavía mejor para Estados Unidos si este ganara los comicios presidenciales.La razón mayor que se esgrime en contra de su elección es su falta de experiencia ejecutiva en cuestiones de gobierno. La tenía todavía menos que él John Kennedy cuando fue elegido y en su breve gestión resultó un magnífico estadista que inyectó a la sociedad estadounidense un formidable dinamismo y un contagioso idealismo a toda la generación joven. Y eso es lo que necesita a gritos Estados Unidos después de este período de mediocridad, confrontación y desgarramiento: un líder nuevo, no contaminado con la politiquería menuda, que, trascendiendo la mera coyuntura, hable con un lenguaje genuino y persuasivo de los grandes problemas y sea capaz de transmitir un mensaje de esperanza, de confianza en el sistema y en el futuro, de solidaridad con los que sobrellevan la peor parte de la sociedad de la abundancia, y que toque por igual a los estadounidenses de todas las razas, culturas y estratos económicos. Creo que ningún otro candidato, ni demócrata ni republicano, es capaz de semejante empresa, con la sola excepción de Barack Obama. Las credenciales de este y de su esposa Michelle no pueden ser mejores. Hijo de un inmigrante negro africano y de una mujer blanca de Kansas, Obama se educó en Hawái y pasó una temporada larga en Indonesia, donde vivió la experiencia de un país subdesarrollado y musulmán. Gracias a sus méritos consiguió llegar a la universidad más prestigiosa del mundo, Harvard, donde fue un alumno estrella de la Law School cuya revista dirigió (por elección de toda la escuela, donde tanto los estudiantes blancos como los de color lo apoyaron). Michelle, por su parte, nacida en una familia modesta de Illinois, consiguió también gracias a sus sobresalientes estudios ser aceptada en Princeton y en Harvard, donde se graduó con honores. Ambos se conocieron haciendo trabajo social en las comunidades marginales de Chicago, de modo que, antes de que Barack Obama iniciara su carrera propiamente política, postulando a una representación local, ya llevaban ambos varios años de trabajo comunitario, inmersos en los sectores más violentos, pobres y desesperanzados de la sociedad estadounidense. Desde que descubrí el entusiasmo de mis tres estudiantes de Georgetown por Obama, del que hasta entonces no sabía nada, he procurado seguirlo, escucharlo y leerlo. No es un político al uso, sino una personalidad singular, excepcionalmente franca y persuasiva, que evita los estereotipos y las banalidades y no vacila en ir contra la corriente en defensa de sus convicciones. Su discurso frente a la comunidad negra, sobre todo, es tan riesgoso como principista: nada de victimismos ni lloriqueos, con todas sus limitaciones el sistema es suficientemente flexible y abierto como para vencer el infortunio, progresar y alcanzar unos niveles de vida decentes. Los negros no deben perder el tiempo lamentándose por los horrores del pasado, sino remangarse las camisas y ponerse manos a la obra para erradicar los males del presente, al igual que los hispanos, los demás inmigrantes y las decenas de decenas de americanos blancos que padecen escasez, abusos o viven por debajo de sus anhelos. El "sueño americano" no es un eslogan, sino una realidad que puede sufrir recesos momentáneos, como el actual, pero puede volver a funcionar como un marco de justicia y libertad para todos si los ciudadanos invierten en ello mucho trabajo e ilusión y los gobernantes dictan leyes justas y saben hacerlas respetar. Los términos claves de su discurso son reconciliación, solidaridad, abrir más y más oportunidades para todos y emprender una lucha implacable contra la corrupción, los favoritismos, el privilegio y el abuso. El senador Obama estuvo desde un principio contra la intervención armada en Iraq, algo que es una credencial ante los votantes de izquierda, pero, sin embargo, sobre este delicado asunto se muestra ahora sumamente pragmático y prudente, pues, en vez de exigir un retiro inmediato e incondicional de las fuerzas militares estadounidenses, propone una salida gradual y correlativa a la cesión de responsabilidades a las autoridades y fuerzas militares iraquíes, a fin de evitar el caos y, sobre todo, el aniquilamiento por los fanáticos de distintos pelajes de ese amplio sector de la sociedad iraquí que apostó por la democratización y se ha visto destrozado a mansalva por los extremistas sunitas, chiitas y las distintas sectas y grupúsculos terroristas. La buena salud del sistema político estadounidense consiste en haber hecho realidad aquello que Karl Popper sostenía era el ideal de una democracia: una institucionalidad que impidiera a los gobiernos hacer mucho daño. Estados Unidos ha tenido algunos malos presidentes, cuyos desafueros dejaron dramáticas secuelas en los ámbitos económicos, sociales y morales. Pero estas consecuencias hubieran podido ser infinitamente peores si el sistema de contrapesos, balances y, sobre todo, la descentralización del poder, de sus instituciones, no hubiera servido de freno y corrección de aquellos errores. Por eso, pese a todo lo malo que se le pueda achacar --y vaya si hay un país sobre la tierra que es sometido a un escrutinio sesgado y feroz por la miríada de enemigos con que cuenta-- cada vez ha conseguido rehacerse a sí mismo desde sus raíces. Por eso sigue siendo tan próspero, libre y poderoso. Aunque no gane la nominación demócrata y por lo tanto quede fuera de la carrera presidencial, Barack Obama ha conseguido ya un logro impresionante: volatilizar aquel prejuicio según el cual pasarían muchas generaciones antes de que un negro pudiera ser elegido presidente de Estados Unidos. El interesante informe que presenta esta semana la revista "Newsweek" al respecto es concluyente. Una encuesta nacional llevada a cabo por la "Newsweek Poll", da estos sorprendentes resultados: un 92% de las personas consultadas declaran que ellas sí votarían por un negro para la presidencia y un 59% cree que el conjunto de la sociedad sí está preparada para aceptar un mandatario de color. El mensaje interracial que ha sostenido el senador Obama desde el inicio de su campaña no puede haber dado mejores frutos: pese a haber un candidato de color, la raza no va a ser un factor decisivo a la hora de votar para los ciudadanos estadounidenses en esta elección. A diferencia de lo que ocurre en otras partes, como América Latina, donde en cada consulta electoral es el sistema mismo el que se pone a prueba, en Estados Unidos, una sociedad con una capacidad autocrítica pugnaz e ilimitada, la confianza en el sistema está sin embargo profundamente arraigada en la inmensa mayoría de la colectividad y quienes lo cuestionan y quisieran erradicarlo han sido siempre minorías insignificantes, sin la menor gravitación electoral, de existencia efímera. Por eso, aunque ha padecido crisis profundas, como el crash del 29 o la era de McCarthy y la caza de brujas, Estados Unidos no ha tenido nunca dictadores y su democracia se ha autorregenerado cada vez, con ayuda de líderes sanos, idealistas e incorruptibles. Ya era hora de que una de estas figuras renovadoras de la democracia americana fuera un joven de piel oscura, salido de uno de esos bolsones sociales deprimidos y conflictivos de la sociedad, al que el sistema permitió, pese a sus taras, superar la adversidad, salir adelante y dedicar su vida a luchar para que otros millones de norteamericanos desfavorecidos pudieran seguir su ejemplo".

sábado, 9 de febrero de 2008

Defender la alegría

No podían haber elegido mejor palabra para definir a Zapatero. Porque si algún español relaciona la palabra alegría con ZP es por pura casualidad, quizás sea uno de esos recursos métricos que vienen a contraponer significados.
El "genio" que ha diseñado el vídeo necesita algunas clases, no ya dos tardes, como las que necesita ZP de economía, yo diría que al menos dos meses.
Cualquier parecido de este video con el de Obama es pura casualidad, ¡qué cutres podemos llegar a ser los españoles!.
Pues nada alegría para estos famosetes que por supuesto no les afecta la subida de las hipótecas, ni de los precios, ni la subida del paro. A ellos no les afecta que la sanidad pública sea un vergüenza, ellos paren en la Clínica Moncloa o se van a Houston y sus hijos estudian en el extranjero.
Vaya hipocresía y, menos mal que, Alejandro Sanz no sale, aún siendo sobrino del Pizarro (el del PSOE) porque ese ni paga impuestos en España.
Pero ¿han visto las caras de los candidatos del PSOE? ZP, Pepiño, de la Vega, la Carme Chacon y etc... alegres no es la mejor palabra. Por eso sérá que ni aparecen en el vídeo.
Pues nada alegría pa´España que estos famosetes saben mucho del día a día de cualquier españolito.

jueves, 7 de febrero de 2008

Secretos jerezanos

Vivo en una gran ciudad, con sus grandes centros comerciales, con todos los servicios públicos necesarios, buenas infraestructuras y comunicaciones pero hay algunos secretos.
Cuando conozco a personas que se dedican a la política en pueblos pequeños pues siento un poco de envidia. Ellos pueden conocer a cada uno de sus vecinos, conocen sus calles, y saben de todo lo que ocurre.
Hoy ha sido un día extraño. Se, y aunque parezca extraño, que a muchos políticos no les gusta el contacto diario con la gente, no les gusta visitar los barrios y no les gusta escuchar a la gente. A mi sí, no se si con el tiempo cambiaré pero, a mi me gusta el contacto diario.
Hoy he visitado dos barrios muy dispares, las viñas y la zona hipercor. Y en los dos ha ocurrido algo que me ha impactado.
En las viñas, barrio que conozco desde niña hay un callejón que da a la fabrica de botellas que siempre ha estado allí pero la mayoría no sabemos que es lo que oculta. Pues lo que allí hay, son naves industriales, grandes y abandonadas, con el acceso totalmente libre para ratas, animales, humanos y, sobre todo venta de droga. ¿Qué han hecho los políticos por esa calle? Nada, la han olvidado, hasta los poderes del ladrillo la han olvidado.
En la zona de hipercor, lindando a las vías (como casi todo allí) hay una calle que está en obras y quien quiera visitar esas casas, habitadas, por supuesto, tiene que ponerse un casco. Obras ejecutadas por la empresa de Aguas de Jerez y los vecinos sin saber cuando van a terminar.
Hoy ha sido un día extraño.

martes, 5 de febrero de 2008

Salvemos a la ermita de guía (3)

Esta noche he rodeado con mi coche a la ermita de guía.
En la oscuridad aparece como una sombra con sus pequeñas velas de luz. He visto la calzada, el recuerdo de su pasado.
A su lado amenazantes unas banderolas.
Esta noche he entendido el valor simbólico y poderoso de una bandera. Allí estaban, tan poca cosa pero demostrando su hombría al viento, altas y amenazantes. Detras de ellas se esconderá nuestra ermita de guía.
Sé que escribir aqui sirve de poco, pero por favor, salvemos a la ermita de guía.

lunes, 4 de febrero de 2008

Convención de los heridos del amor (Extraído del blog Guerrero de la Luz de Paulo Coelho)

Disposiciones generales :
A – Considerando que el dicho de que “en el amor y en la guerra todo vale” es completamente verdadero;
B – Considerando que en lo relativo a la guerra contamos con la Convención de Ginebra, adoptada el 22 de agosto de 1864, que determina cómo debe tratarse a los heridos en el campo de batalla, mientras que hasta hoy no se ha promulgado ningún documento que regule la situación de los heridos de amor, muy superiores en número;
Se decreta que:
Art. 1 – todos los amantes, independientemente de cuál sea su sexo, quedan advertidos de que el amor, además de ser una bendición, también es algo extremadamente peligroso, imprevisible, que puede acarrear serios daños. Por lo tanto, quien tenga la intención de amar, debe ser consciente de que está exponiendo su cuerpo y su alma a heridas de muy diferentes tipos, sin poder culpar por ello a su pareja en ningún momento, puesto que ambos corren el mismo riesgo.
Art. 2 – Una vez alcanzado por una flecha del arco ciego de Cupido, debe solicitarse inmediatamente al arquero que dispare la misma flecha en la dirección opuesta, con el objeto de no sufrir la herida conocida como “amor no correspondido”. En el caso de que Cupido se niegue a hacerlo, la Convención que en estos momentos se promulga exige del herido que de manera inmediata se arranque la flecha del corazón y la tire a la basura. Para llevar esto a buen puerto, debe evitar llamadas telefónicas, mensajes de correo electrónico, envíos de flores (siempre rechazadas), o cualquier otra forma de seducción, pues semejantes medios, si bien pueden dar algún resultado positivo a corto plazo, no resisten el paso del tiempo. La Convención decreta asimismo que el herido debe buscar sin falta la compañía de otras personas, así como debe imponerse al pensamiento obsesivo que le dice “vale la pena luchar por esta persona”.
Art. 3 – En el caso de que la herida provenga de un tercero, es decir, que el ser amado se sienta atraído por alguien que no estaba a priori en el guión, queda expresamente prohibida la venganza. En este caso, se permite el uso de lágrimas hasta que los ojos se sequen, así como algunos puñetazos en la pared o en la almohada, o reuniones con amigos donde poder insultar a gusto al antiguo(a) compañero(a), incidiendo en su perfecta falta de gusto, pero sin llegar a difamar su honra. La Convención determina que también se aplique en este caso la regla del Art. 2 que mueve a buscar la compañía de otras amistades, sólo que evitando en la medida de lo posible los lugares que la otra persona frecuenta.
Art. 4 – En lesiones leves, clasificadas aquí como pequeñas traiciones, pasiones fulminantes que no duran mucho, o desinterés sexual pasajero, debe aplicarse con generosidad y rapidez el medicamento llamado Perdón. Una vez aplicada tal medicina, no se debe volver atrás bajo ninguna circunstancia, y el asunto debe ser definitivamente olvidado, no utilizándolo jamás como argumento en una discusión o en momento de odio.
Art. 5 – En todas las heridas definitivas, también conocidas como “rupturas”, el único medicamento que tiene algún efecto se llama Tiempo. De nada sirve buscar consuelo en cartomantes (que siempre prometen el regreso del amor perdido), leer libros románticos (que siempre acaban bien), engancharse a una telenovela o cosas por el estilo. Se debe sufrir con intensidad, evitando radicalmente las drogas, los calmantes o las oraciones a los santos. En cuanto al alcohol, sólo serán permitidos dos vasos de vino diarios.
Consideraciones finales : los heridos por el amor, al contrario de los heridos en conflictos armados, no son víctimas ni verdugos. Optaron por algo que forma parte de la vida, y deben asumir, por consiguiente, la agonía y el éxtasis de su elección.Y los que jamás fueron heridos por el amor, nunca podrán decir: “he vivido”. Porque no vivieron.