miércoles, 8 de diciembre de 2010

Para hacer crecer la libertad, lea un libro

Hasta ayer no he descubierto algo de mí que no sabía.

Ha tenido que ser Vargas Llosa quién me lo dijera.

Estos libros de la izquierda son los primeros que tuve en mi vida. La mitad de ellos se los trajeron los Reyes Magos hace treinta años a mi hermana, ni ella ni mis padres recuerdan que en un principio eran para ella. Yo no sabía leer y ni tan siquiera iba a la escuela pero tal era mi fascinación que al año siguiente los Reyes me trajeron la otra mitad, en total treinta cuentos que siempre han estado ahí.

Hoy revivo parte de esa ilusión por el comienzo de la lectura con mi sobrino al que le fascinan también estos cuentos y ya los trozos de celofán en sus páginas dan cuenta de ello.

Desde entonces hasta ahora no soy capaz de dar una cifra aproximada de libros leídos. Aún menos desde que empece la universidad, dónde perdía el tiempo en la biblioteca leyendo artículos de revistas que iban despertando el interés por otros temas. Ahora con internet la información está al alcance de cualquiera y leer es una constante.

Pero, como decía, ha sido Vargas Llosa quién me ha dado la respuesta a una pregunta qué desde hace algún tiempo me hacía con asiduidad y nunca encontraba. ¿Por qué no me conformo con la vida que tengo?...

...Seríamos peores de lo que somos sin los buenos libros que leímos, más conformistas, menos inquietos e insumisos y el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría. Igual que escribir, leer es protestar contra las insuficiencias de la vida. Quien busca en la ficción lo que no tiene, dice, sin necesidad de decirlo, ni siquiera saberlo, que la vida tal como es no nos basta para colmar nuestra sed de absoluto, fundamento de la condición humana, y que debería ser mejor...

Este es uno de los fragmentos que más me han calado del discurso de Vargas Llosa al recibir el Nobel de literatura, un discurso que ya debería pasar a formar parte de las programaciones de contenidos de asignaturas como literatura, historia o ética (que no sé cómo se llama ahora). El discurso íntegro podéis leerlo aquí en español.

Vargas Llosa hace una apuesta clara por la literatura como la única fuente de la libertad. Un lugar dónde crece el espíritu crítico y la "fraternidad" (concepto en desuso en España pero muy utilizado por los hispanohablantes).

Pero el escritor, en línea con su clara percepción de la literatura como compromiso social y político, hace un defensa acérrima de la democracia, siguiendo a Churchill en aquella famosa frase de "la democracia es el menos malo de los sistemas políticos". Contesta a todos aquellas personas críticas con su pensamiento y reivindica una posición clara y firme en contra de todo tipo de dictaduras.

La defensa de España como concepto y como realidad más que como ficción, porque para Vargas Llosa como para muchos de los hispanoaméricanos hay más cosas que nos unen de las que nos separan y nosotros... todo el día buscando cosas que nos separen de nuestro vecino, aunque los dos vivamos en la misma casa. Una lección de universalidad que nuestros hermanos aprendieron hace años y nosotros siempre olvidamos.

Pero no es desde la visión política desde la que ataca a los nacionalismos, él es mucho más inteligente que eso, ...detesto toda forma de nacionalismo, ideología -o, más bien, religión- provincia, de corto vuelo, excluyente, que recorta el horizonte intelectual y disimula en su seno prejuicios étnicos y racistas...

Y ...la Patria no son las banderas ni los himnos, ni los discursos apodícticos sobre los héroes emblemáticos, sino un puñado de lugares y personas que pueblan nuestros recuerdos y los tiñen de melancolía, la sensación cálida de que, no importa donde estemos, existe un lugar donde poder volver...

Pero como él mismo dice ...volvamos a la literatura... La literatura ...una manera de resistir la adversidad, de protestar, de rebelarme, de escapar a lo intolerable, mi razón de vivir...ha sido la luz que señala la salida del túnel, la tabla de salvación que lleva al náufrago a la playa...

...la literatura es un representación falaz de la vida que, sin embargo, nos ayuda a entenderla mejor... gracias a ella, al menos parcialmente, el jeroglífico que suele ser la existencia para la gran mayoría de los seres humanos, principalmente para aquellos que albergamos más dudas que certezas...

...las ficciones de la literatura han multiplicado las experiencias humanas, impidiendo que hombres y mujeres sucumbamos al letargo, al ensimismamiento, a la resignación...

Estos son los fragmentos que más sentido le dan a mi vida pero estoy segura de que cada lector encontrará en estos trece folios retazos de sus propias experiencias y esperanzas.

Y todo esto para llegar al principio ...leer es la cosa más importante que me ha pasado en la vida...


2 comentarios:

Unknown dijo...

Es cierto, Lidia. Mario lleva razón en muchas cosas, leer es vida, es ilusión, es fantasía y además es el camino para enfrentarnos a la ingnorancia y a la estupidez humana.
Y lo és, independientemente del tipo de obra que se elija, puede ser una novela de intriga, una de misterio, de terror, de amor... un ensayo, un libro de texto o un manual. Cualquiera de ellos combatira la ignoracia, esa que se adueña de nuestros vástagos y les impide pensar en luchar para cambiar lo que no les gusta, como haceis algun@s, eso que es tan facilmente criticable, tan facilmente, que todo el mundo critica e insulta pero nadie se mueve para cambiar.
El que no lee es ignorante, cierto. En la Biblioteca de Fuenlabrada, cuando entras, encima de las estanterias llenas de libros, tienen un lema interesante
"Dejate de historias.... Leelas", pero es mas facil coger un joistic (que no se si se escribe así) que un libro.
Conclusión, no se si lo estamos haciendo bien. Me incluyo, puesto que tambien tengo hijos que no leen lo suficiente y por tanto, dudan de su valia.
Un saludo. Sigue escribiendo, que lo haces muy bien y por cierto. ¡sigue luchando!

Francisco Vargas dijo...

¡Amén!

El discurso de Vargas Llosa es a la vez un alegato a la libertad y una perfecta descripción de lo que sentimos los que amamos la lectura sobre cualquier otra afición.

Estupenda entrada, Lidia.