Aún recuerdo mis primeras intervenciones en los medios de comunicación, con ese mal vicio de hablar muy rápido que sigo conservando y queriendo ser contundente y clara cuando estaba temblando de los nervios y la voz se quebraba. ¡Qué malas pasadas nos jugamos a nosotros mismos!
Eso si, he tenido mucha suerte, siempre he pensado que a pesar de los palos que te da la vida, he tenido suerte o alguien que me protege, para eso soy creyente.
Pues en esas circunstancias siempre he tenido y tengo la complicidad de muchos compañeros periodistas, quizás la juventud en algunos casos nos ha unido y en otros la pura casualidad, que han sabido darme confianza, buenos consejos y no apreciar todos mis errores.
Hoy he encontrado por la red el Blog que escribe Blanca Román con quien coincidía en esas primeras intervenciones, a las dos nos tocaba temas ciudadanos, botellodromo o juventud.
Ella es periodista, sin periódico o sin medio de comunicación, pero sigue siendo periodista y sigue escribiendo su particular visión de las cosas, con total libertad y la única esclavitud de ser fiel a si misma... a veces sólo cuando se está solo es cuando más se es uno mismo.
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