Diariamente vemos como gobernantes y políticos se equivocan continúamente. Cada vez que esto ocurre cualquiera de nosotros nos permitimos el lujo de opinar, porque la polítca importa aunque no lo reconozcamos.
Pero sólo, desde mi humile opinión, hay dos premisas que pueden evitar estos errores. Una es que se haga política desde la profesionalidad que no es lo mismo que hacerte un profesional de la política y, la otra, es hacerla desde el corazón.
A veces unos y otros pecamos de cualquiera de estas dos premisas por exceso o por defecto. La clave está en mantener muy claro tus principios y trabajar por ellos desde la seriedad y la rigurosidad, todo lo que no sea esto producirá error tras error.
Pero, estamos ante una ciencia social, y esto es sólo una opinión.
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