Educación, Juventud y Participación. Las tres delegaciones que lleva desde el pasado mes la joven politóloga Lidia Menacho son de ésas que requieren mucho trabajo y contacto continuo con entidades, colectivos y vecinos. El reto, sin embargo, le atrae.
- ¿Cómo se ve la ciudad desde el gobierno?
- Como siempre desde hace 20 años. Lo que cambia es la responsabilidad, antes veías cosas, problemas, y decías «nadie lo arregla». Ahora coges el teléfono y tienes que dar parte, intentar arreglarlo, solucionarlo tú. Hay tanto que hacer... y nos quedan cuatro años.
- Además no tienen una tarea fácil. Al menos este año están atados por los presupuestos y la falta de ingresos.
- Hasta que llegue el mes de diciembre es complicado el trabajo. Mis delegaciones tienen su propia programación, los directores y técnicos han previsto bien la situación y hay cosas, pero estoy atada de pies y manos para hacer más. Este verano estoy hablando con patrocinadores, por ahí van a ir los tiros para poder hacer actividades.
- Esta situación tan complicada, y más para una politóloga, ¿es como hace un máster en política?
- Sin duda alguna. Gestión de recursos en situaciones críticas es lo que hacemos. Es trabajar sin dinero. Yo no quería ni saber cuanto era mi presupuesto, porque sabía que estaba solo en el papel, que no lo iba a poder utilizar. Y no he firmado todavía ninguna propuesta de gastos. Ya digo que para todo habrá que buscar patrocinadores.
- En el caso de Participación, hay una cuenta pendiente, literalmente hablando, con las asociaciones. Se les debe mucho dinero...
- Ya lo hemos cifrado, son 2,5 millones lo que se les debe a los colectivos. Eso en las cuentas generales del Ayuntamiento parece poco, pero que tal como está la situación es una barbaridad. Estamos esperando la auditoría externa para ver cómo hacemos el plan de pagos. Hay una deuda enorme que se va a pagar, ya se planificará, pero ahora lo que les ofrecemos son especias, muchos recursos que tiene el Ayuntamiento que no han sido utilizados no sabemos por qué, y que no nos cuestan y a las asociaciones las sustentan. El modelo de antes de dar dinero y olvidarte ya no vale.
- ¿Se dará un mejor uso a las instalaciones y los locales?
- Efectivamente. Tampoco vale ya lo de dar el local y ya está. Hay espacios en los centros de barrios que son de uso compartido y que se va a gestionar desde el Ayuntamiento para ofrecerlos a todas las asociaciones. Hay que dar un mejor uso para que las asociaciones cumplan realmente su fin, trabajar por los ciudadanos y por el bien común. También se está haciendo un inventario de ordenadores, escenarios, etc. Son pequeñas cosas que hacen mucho sin necesidad de dar dinero.
- ¿El principal objetivo desde Participación es recuperar la relación con los colectivos? Todo estaba muy viciado...
- El primer paso que se está dando es reunirnos con todos, tan pronto como lo piden, para escucharlos. Y lo que hace falta es que el Ayuntamiento se implique, y no es una cuestión económica, sino de responsabilidad para lo bueno y para lo malo.
- ¿Se ha hecho oídos sordos a sus reclamaciones en este último tiempo? En el caso vecinal había muchas quejas.
- Sí, y por contra hay muchas reclamaciones a las que nosotros ya habíamos puesto solución incluso desde la oposición durante años. Es el caso del catastro, o de los vados. Son cuestiones que no nos van a costar, porque solo habrá que recuperar el trabajo que habíamos hecho antes. Se trata de sentarte con ellos, de que sepan que conoces el tema y que les das respuestas claras.
- En muchas ocasiones se ha hablado de la politización de los colectivos, o de que las ayudas que recibían se debían a ciertas pleitesías. ¿Cree que ha sido así?
- Precisamente ha habido abonos a determinadas asociaciones en los últimos meses, a las que quiso pagar el anterior gobierno cuando el resto no ha cobrado y hay 2,5 millones de deuda. Estamos recopilando información, pero no es fácil porque esos ingresos ni siquiera se hicieron desde Participación Ciudadana. Tengo que tenerlas para saber a quién se le debe y a quién no. Frente a eso, nosotros ya lo hemos dicho claramente: no vamos a mirar el color político de nadie. Somos gobierno, tenemos que gobernar para todos voten a quien voten, tengan el carné de quién tengan. Nos hemos reunido ya con colectivos de personas vinculadas a otros partidos y les he dicho eso mismo. El plan de pago será igual para todos, y la única prioridad será pagar antes a los colectivos de integración social. Para el resto habrá unos criterios claros y transparentes, igual con las ordenanzas para optar a un local. Esas pleitesías no benefician al Ayuntamiento, ni a los colectivos, ni mucho menos a los ciudadanos. Todos tenemos que saber qué recursos se usan y para qué.
- ¿Qué pasa con el Consejo Social de la Ciudad? Ustedes estaban en contra del reglamento.
- Había muchos problemas con él, que en muchos casos son jurídicos. Así lo defendimos en nuestras alegaciones, a las que nos dieron la razón. La primera es que el reglamento del Consejo Social no puede ir por separado del Reglamento de Participación Ciudadana. Es una incoherencia, y el reglamento no es válido por lo tanto. Luego hay muchas pegas, sobre la composición, porque no estábamos de acuerdo con el modelo que nos presentaron para implantar.
- ¿Cuál es vuestra apuesta para integrar este órgano?
- Ni más ni menos que lo que marca la ley de base régimen local. Un órgano en el que estarán representados sindicatos, empresas, comerciantes y vecinos. Ésa es nuestra apuesta, no hay otra. Luego se articulará y se verán funciones. La ley es clara, todo lo demás es marear la perdiz. Nosotros en Jerez ya teníamos una experiencia muy buena en el Consejo Económico Social, al que solo tendrían que incorporarse las asociaciones vecinales.
- ¿Y los distritos, cuál es el calendario para crear los siete que han anunciado?
- Esta cuestión, la división en siete distritos, irá directamente a pleno en septiembre. Tampoco nos vamos a dormir, porque se pueden dibujar y creo que con las reasignaciones de personal y de espacios podremos echarlos a andar. Tal vez no al nivel al que está el de La Granja, pero se darán pasitos. Y la nueva división será muy sencilla porque responde a la división por punto cardinales que todos conocen ya en Jerez (Norte, Sur, Este/Delicias, Oeste, La Granja y Centro, además del rural).
- ¿Es el distrito Centro uno de sus prioridades?
- Es una de mis apuestas personales, y es de los que necesita sin duda una revitalización. Es de las zonas que sufre más envejecimiento, las asociaciones lo están sufriendo y por eso es donde el movimiento asociativo está más paralizado. Sin duda, en esta zona más que instalaciones lo que hace falta es dinamización.
- ¿En qué beneficia realmente al ciudadano la división por distritos, qué ventajas ofrece?
- Un distrito facilita muchas cosas al ciudadano. Administrativamente puede ser más complicado descentralizar, pero para eso tenemos la página web como herramienta. Lo que permite el distrito es que nadie tenga que venir al Ayuntamiento matriz a hacer cualquier tipo de gestión. Eso es lo básico. Cuando empezó el modelo y no había tantas nuevas tecnologías se trataba de descentralizar a través de edificios, pero ahora todo es más fácil. Ese problema, por ejemplo, lo tenemos en la zona rural, donde hay una brecha digital, pero lo vamos a solucionar. Lo que vamos a implantar es una combinación entre el modelo de La Granja, que sirve mucho para los colectivos, y uno que sea más útil para el ciudadano individual. Así, se dará la posibilidad a cualquier ciudadano para que pueda pedir en su distrito un certificado de padrón, o para inscribirse en el Registro de Parejas de Hecho.
- En este aspecto, resulta fundamental la digitalización de la administración local. Usted ha prometido que la web sería como un Ayuntamiento virtual.
- Estamos trabajando para que sea muy sencillo. Ahora está en proceso de diseño, con un equipo viendo muchos modelos de web de otros ayuntamientos que se manejan bien. Queremos que la sede electrónica permita incluso la compulsa digital de documentos. Nosotros vamos a poner herramientas, pero el ciudadano también tendrá que dar pasos para tener la firma digital. Haremos una campaña para explicarles la utilidad de esta sede electrónica, donde ahora entran gestiones por cuentagotas, y que evitará tener que venir al centro y tener que aparcar para un papel. Y en todo este empeño tenemos la gran ventaja de Jesytel, que están totalmente a la altura.
- Ya anunció que otra oportunidad que se abre con la nueva web es la de las consultas populares. ¿En qué van a consistir?
- Eso va a ser rapidísimo, porque van a estar en marcha e integradas en cuanto tengamos la nueva web municipal, que se va a estrenar para septiembre u octubre. Va a ser una al mes, y tenemos que terminar de perfilar las normas. Habrá, ya hay, muchos asuntos que consultar a los ciudadanos de Jerez. Un ejemplo era el tranvía, pero creo que ya no se hará esta consulta porque es una decisión de gobierno no apostar por el mismo. También otros temas muy de ciudad como el Estatuto Económico Especial, o el tema del segundo hospital. El día a día irá marcando esas propuestas.
- ¿Van a ser vinculantes los resultados para marcar sus políticas de gobierno?
- Jurídicamente no van a serlo, pero es obvio que van a ser muy tenidas en cuenta. Ése es nuestro compromiso político. Y ahora te hablo como partido: si la ciudadanía va a votar y toma una decisión, y tú luego legislas en contra, ya lo estás haciendo mal, sería una torpeza como estrategia política. Es como lo que pasó cuando se cambió la calle Porvera: si sabes que está mal y todo el mundo dice que está mal, mejor no dar más pasos. Por ese motivo, antes de gastarnos el dinero en algunas cosas haremos una consulta popular y testaremos la opinión.
- Otra de sus delegaciones es la de Juventud. ¿Qué ofertas se les hará a este colectivo? Parece que el único debate que existe es dónde se ubicará el botellón.
- Lo primero es que dar a conocer a los jóvenes que existe la Sala Paúl, porque muchos ni lo saben y eso me preocupa. He hablado con los técnicos, y tenemos que dar pasos para que la identifiquen con su espacio, incluso físicamente, y sin que cueste dinero. A todo lo que se hace aquí le falta difusión. Hay que buscar la relación de los centros escolares con Paúl, y a eso va a ayudar que Juventud y Educación estén unidas. También están los locales de ensayo, que llevan años vacíos y sin usar. Y me he propuesto llenarlos.
- ¿Y de quién es la culpa de que Juventud no sea un centro de referencia para este colectivo?
- Le he dado vueltas, y mi impresión es que Juventud ha sido siempre la gran olvidada. Y tampoco ha habido relación con otras áreas de gobierno con las que se podía colaborar. Ahora hablo con Antonio Real y Antonio Montero todos los días, colaboramos... Y del mismo modo que no se relacionaban entre compañeros de gobierno, estaban también dejadas las relaciones con las asociaciones juveniles. A eso hay que darle la vuelta.
- Y para los que pese a todo decidan seguir acudiendo al botellódromo, ¿seguirá en su actual ubicación o se piensa en su traslado?
- Dónde va a estar no lo sé aún. Nos tenemos que sentar y estudiarlo, porque siempre se habló de quitarlo de donde está ahora porque el sitio no es el mejor. Pero tampoco hay demasiados espacios en el casco urbano, y yo he defendido siempre, y lo voy a seguir haciendo, que esté donde esté tiene que haber transporte público. Por eso, cuando se constituya la mesa para elaborar el Plan de Movilidad habrá que añadir esta cuestión al debate, y crearemos una mesa para analizar el futuro del botellódromo. Sin duda, lo más importante es dotarlo, y hasta que no tengamos claro con qué no se puede decidir. No puede seguir siendo un gueto donde los jóvenes puedan beber sin molestar, debe tener oferta de ocio.
- Otro de los problemas que afectan a los jóvenes es el del paro, que afecta al 40% del colectivo. ¿Qué medidas de choque se pueden poner desde al ámbito local?
- Sí que tenemos propuestas para ello, que además pondremos en marcha de la mano de Impulso Económico. Habrá mucho de autoempleo y de fomentar a los emprendedores. Hay muchos jóvenes con grandes ideas en Jerez, hay gente con ganas de trabajar y montar su propia empresa. Ahí tendremos que ir de la mano de la Universidad.